Obvi@ (parte 1)

Las obviedades, una idea que ha estado surgiendo en mí, esas formas que se me presentan y han captado mi atención en estos días. ¿Por qué se cree que lo obvio es irrelevante?, lo irrelevante llega a ser obvio, pero no al revés.

Cuando ves algo que era (es) obvio no le das importancia, ¿por qué? porque piensas que ya lo sabías, que ya lo conocías y que no necesitas averiguar más. Error. La mamá de mi mejor amigo acaba de (según) darse cuenta que su hijo es gay y actuó de una manera no adecuada para la situación: lo corrió de su casa. Mi amigo no es muy afeminado, pero tampoco es el más varonil de todos, era obvio: nunca había presentado a una novia, siempre estaba solo con "amigos" que lo visitaban extrañamente en lugares y horas no tan comunes, sus amigos más cercanos son homosexuales...obvi@.Y su mamá ya lo sabía.

Es obvio y no es irrelevante.

Hay cosas que perecen obvias pero no lo son....

Choses qui se passe...

Por eso hoy estoy feliz.
Por las cosas, por los días, por esos momentos tuyos, míos...nuestros.
Por las palabras, por los golpes, por las risas.
Por el minúsculo lunar en tu boca, por las cosquillas y mi entusiasmo.
Por el aire que respiro sobre tu espalda, por los gritos, por los bailes.
Por estar aquí y ser así.
Por...
No, para ti.

"Bajamos en Guerrero"

¿ Y por qué no?

Vuelvo a las andadas. Hace mucho que no escribo aquí, lo había hecho en otro blog, pero eso es otra historia. De nuevo pensé "¿Y por qué no?. Por qué no vuelvo a escribir, por qué no hago lo que tanto me gusta hacer. Impulsado por un "ahora sí voy a ser constante" y uno cuantos "pero si lo haces bien Martín" me decidí y regresé.

No intento ser un pseudo-intelectual, otro más que se quiere mostrar "interesante". Simplemente escribir. Escribir historias, notas, pensamientos, anhelos, cuentos, anécdotas. Textos heterogéneos y nada pretenciosos. No escribir por escribir. Publicar lo que vale la pena y nada más ¿Y por qué no?.

Esa pregunta tan corta como incompleta, tan abierta como compleja, tan fácil como difícil de responder. La hago sin esperar respuesta, queriendo que no exista. ¿Y por qué no sólo hacerlo? ¿Por qué cuestionarnos? Que pase y ya.

Regreso y es para quedarme. No truncar la ilusión que hoy me invade, el regodeo que siento al pulsar las teclas y construir palabras. El momento es preciso ¿y por qué no?.